En algún punto de la vida, llega el momento en que los niños y niñas se encuentran que una noche, mamá, papá, o los dos, no pueden dormir en casa.
Por ejemplo, cuando mamá tiene que ir a tener un hermanito/a al hospital y el hermanito/a grande se tiene que quedar en casa, cuando los peques van a dormir a casa de un amigo/a, cuando los papis deciden que van a tener una escapada romántica de pareja, etc. Las circunstancias pueden ser mil.
En nuestro caso, suele pasar por trabajo; papá o mamá necesitan hacer un viaje de trabajo y van a pasar una noche fuera de casa. Y en nuestra casa… ¡esto es muy grave! Tenemos a dos niños muy sensibles, a los que les cuesta muchísimo que una noche uno de los dos no esté en casa; y es por eso, que hacemos toda una súper preparación para el momento. Aquí os voy a dejar ideas de cosas que a nosotros nos han ido bien para este tipo de noches.
Nuestro objetivo ha sido convertir esa noche «dramática» en una noche especial; en la que se hace algo diferente, que los niños saben que va a pasar y que esperan con ilusión. A la vez, respetamos el sentimiento de ellos, al echar de menos al papi o mami. Ya que creemos que es normal, si estamos acostumbrados a estar todos juntos que si algún día alguien falta lo echemos de menos.
¡Vamos allá con las ideas!
Ideas para acompañar el sentimiento de «echar de menos»:
🧡Hacer alguna cosa para la persona a la que se le echa de menos; en nuestra casa nos gusta mucho escribir cartas, (tenemos un buzón especial, ya os lo enseñaré), también nos encanta hacer dibujos, y sorpresitas especiales, cómo poner pegatinas de corazones por todas partes o cosas así… (Somos muy pero que muy románticos!🤣 ).
Cuando hacemos algo para la persona a la que echamos de menos, conectamos el presente, en el que la echamos de menos, con nuestros recuerdos de esa persona y con la idea de que en el futuro va a recibir aquella cosa que le hemos hecho con cariño, y que probablemente le haga ilusión y le guste. Eso ayuda a saber que la situación es temporal y que esa persona volverá y anticipar sentimientos positivos relacionados con el reencuentro.
💛Hacer algo especial, que los niños esperen con ilusión. Cuando se cierra una puerta se abre una ventana; y de todas las cosas que nos suceden, aunque no nos gusten especialmente, podemos sacar alguna experiencia positiva que sí nos guste. Pensando en estas ideas, convertimos las noches de echar de menos en noches de hacer algo especial. Por ejemplo, a mi marido le funciona muy bien una cueva secreta, justo en el momento de poner a dormir a los peques, que es cuando más se añora; aprovecha la tradición familiar de leer en ese momento para hacer una cueva, tapando con sabanas, y leer con una linterna, de una manera especial que normalmente no es la que hacemos en casa.
💚 Algunos cuentos tratan el tema de la separación de la figura de apego de una manera muy dulce, a mí me gusta mucho el de Miriam Tirado, del «Hilo invisible». Que explica que aunque estemos separados seguimos conectados por un hilo que simboliza el amor que nos tenemos. Ese hilo sale del ombligo, así que tocarse el ombligo cuando echamos de menos a alguien, en casa, también es una manera de traer a la memoria los momentos chulis con esa persona.
💙 Objetos de transicionales; se llaman así los objetos que de alguna manera simbolizan a la persona que se está echando de menos, y que ayudan a calmarse en ausencia de esa persona. Por ejemplo, yo le suelo escribir a mi hija, o a todos, una notita, que la dejo en el buzón ese especial que os comentaba, o encima de su pijama, o en algún sitio dónde la vaya a ver antes de ir a dormir. Esto puede ser visto cómo un objeto transicional. Mi niña a veces abraza mi pijama para dormirse cuando yo no estoy, esto también sería. Cuando empezó el colegio, hicimos juntas unos corazones con arcilla polimérica para que pudiera guardar en su bolsillo y «tener-me cerca», y alguna vez le he hecho también una caja de besitos. Todas estas cosas se consideran objetos transicionales, y sirven para tener la figura de apego presente aunque no esté realmente presente.
¿Y vosotros cómo lo hacéis?
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